Con esta nueva Comisión, la banca mexicana reconoce el rol clave que tiene en el desarrollo del financiamiento sostenible y la transición a una economía baja en carbono, inclusiva y responsable en este país.
BANCA SOSTENIBLE20/06/2023 Redacción Reporte ASG
Una banca más inclusiva, responsable y comprometida con un país más justo para todos es una de las metas que pretende alcanzar la Asociación de Bancos de México (ABM). Para ello, esta institución recientemente creó la Comisión Ambiental, Social y de Gobernanza (ASG), que busca promover un sistema financiero más sostenible e incluyente, que contribuya con acciones tangibles en beneficio de la sociedad y el medio ambiente.
A través de esta nueva Comisión, con la que la banca mexicana reconoce el papel fundamental que desempeña en el desarrollo del financiamiento sostenible en este país, se abre un nuevo camino para promover la adopción de mejores prácticas en el sector con un mayor sentido de responsabilidad social.
La Comisión Ambiental, Social y de Gobernanza (ASG) de la Asociación de Bancos de México (ABM) está integrada por los Comités de Sustentabilidad, Diversidad e Inclusión, y Responsabilidad Social.
Los tres comités, en su conjunto, trabajarán en la adopción de mejores prácticas nacionales e internacionales en temas ambientales y de gobernanza y en una transición a una economía baja en carbono, inclusiva y responsable dentro del sector bancario mexicano.
Los tres comités, en su conjunto, trabajarán en la adopción de mejores prácticas nacionales e internacionales en temas ambientales y de gobernanza
Según detalla una nota de El Economista, la Comisión ASG se enfocará a corto plazo en la integración de riesgos ambientales y sociales en los bancos, así como en el manejo de riesgos climáticos, biodiversidad y naturaleza.
Por esta razón, resulta fundamental que los bancos puedan identificar los riesgos potenciales relacionados con el medio ambiente y la sociedad en los financiamientos y servicios que ofrecen.
Además, se resalta la importancia de la capacitación y sensibilización sobre la nueva taxonomía sostenible, la cual proporciona una guía para determinar qué actividades económicas se consideran sostenibles en el sector bancario.
Esta nueva comisión es presidida por Mariuz Calvet, directora de Finanzas Sustentables para México y América Latina de HSBC, quien es parte del firme compromiso que tienen el sector bancario mexicano con la sociedad, el medio ambiente y el país.
“La sustentabilidad se ha convertido en un paraguas que abarca diversas actividades, y el objetivo es que los bancos tengan la capacidad, estructuras, productos y ofertas necesarios para impulsar la transferencia de capital hacia actividades sostenibles en la economía. Esto implica apoyar a empresas de todos los tamaños y personas físicas en su transición hacia el desarrollo sostenible”, señaló Calvet en entrevista a El Economista.
Para la Asociación de Bancos de México (ABM) la sostenibilidad se refiere al equilibrio entre tres pilares: desarrollo económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social.
Esta institución maneja el desarrollo sostenible como un concepto en el que se puedan satisfacer las necesidades actuales, sin comprometer los recursos del mañana.
Por lo tanto, señala que la Banca en México trabaja en proyectos, estrategias e iniciativas para impulsar el desarrollo sostenible en favor de las personas y comunidades, del medio ambiente y de una economía baja en emisiones de carbono.
Asimismo, la ABM fomenta que los objetivos del sector bancario en México se alineen con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) y con el Acuerdo de París.
En su página web, la ABM destaca el impulso que ha venido haciendo de iniciativas y proyectos gremiales a través del Comité de Sustentabilidad, creado en 2007.
Por medio de este comité, la banca mexicana ha realizado múltiples actividades para promover la sustentabilidad financiera de la mano de aliados y socios estratégicos. En esa línea del tiempo se observan las principales iniciativas desarrolladas en los últimos 8 años.
Ya en 2023, la ABM decide fortalecer su Gobernanza a través da la creación de la Comisión Ambiental, Social y de Gobernanza (ASG), con el objetivo de abordar en los más altos órganos de toma de decisión de la Asociación los desafíos relacionados con el medio ambiente, el bienestar social y la gobernanza.
Este acuerdo impulsa una estrategia conjunta basada en intercambio de información, conocimientos y experiencias. Además se divulgarán buenas prácticas y ejecutar propuestas de financiamiento sostenible.
Este es el primer financiamiento social que Citi otorga a una institución del sistema financiero colombiano a través de su plataforma de comercio exterior, que denominan Trade and Working Capital Solution.
La nueva campaña de este banco tiene como ejes temáticos la sostenibilidad en el centro del negocio y la educación financiera como una herramienta clave para impulsar la inclusión social en este país.
Los bancos multilaterales de desarrollo estimaron en esta conferencia que su financiamiento climático colectivo anual destinado a los países de ingreso bajo y mediano alcanzará los US$120.000 millones para el año 2030.
BID Invest además presentó en el evento su Reporte anual sobre asignación e impacto de bonos sostenibles, donde se revela que ha destinado US$3.700 millones en este tipo de instrumentos para impulsar el impacto verde y social.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
CAF anunció que 35% de sus operaciones de financiamiento serán verdes al cierre de 2024. Además presentó sus iniciativas de adaptación al cambio climático que reducen riesgos y aumentan la resiliencia.
Este acuerdo impulsa una estrategia conjunta basada en intercambio de información, conocimientos y experiencias. Además se divulgarán buenas prácticas y ejecutar propuestas de financiamiento sostenible.
En una declaración formal se propone que los países ricos contribuyan con esta cifra a las finanzas climáticas de los países en desarrollo. Esto generó descontento en varios países que consideran insuficiente este monto.