OPINIÓN | El impulso y los desafíos de los mercados y certificados de carbono en Colombia y América Latina

De acuerdo con este artículo de opinión, estos mercados han ganado relevancia en la región en los últimos años, por compromisos y regulaciones que buscan fomentar la transición hacia una economía baja en carbono.

OPINIÓN SOSTENIBLE22/04/2025 Autor: Juan Pablo Agudelo Silva*
mercado de carbono en colombia
América Latina ha mostrado un interés creciente en los mercados de carbono, gracias a países como Brasil y Argentina que han explorado la creación de mecanismos de comercio de emisiones.

Los esfuerzos para contrarrestar el cambio climático se han traducido en la creación de mecanismos innovadores, que contribuyan a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los mercados de carbono han emergido como una herramienta esencial para incentivar la descarbonización en sectores económicos. 

En América Latina, y particularmente en Colombia, estos mercados han ganado relevancia en los últimos años, impulsados por compromisos internacionales y regulaciones nacionales que buscan fomentar la transición hacia una economía baja en carbono.

Los mercados de carbono surgieron en 2005 con la implementación del Protocolo de Kyoto, un acuerdo internacional que buscaba abordar el cambio climático. Funcionan como un sistema para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En estos mercados, las empresas pueden comprar y vender créditos de carbono, que representan una cantidad específica de emisiones de GEI permitidas.

El objetivo es crear incentivos económicos para reducir las emisiones al permitir que las empresas que emiten menos compren créditos no utilizados a aquellas que exceden sus cuotas de emisiones. Este enfoque de mercado se basa en el principio de que la reducción de emisiones debe ser rentable y eficiente para lograr cambios significativos a escala global.

Los créditos de carbono son una forma de establecer un valor económico al carbono que se ha reducido o eliminado como resultado de un proyecto o actividad específica. Cada crédito de carbono representa la eliminación o reducción de una tonelada de gases de efecto invernadero. Para obtener estos créditos, los proyectos deben seguir metodologías establecidas dentro de los Programas de Certificación, que aseguran que la reducción o eliminación de emisiones sea verificable y válida.

El caso de Colombia: avances y desafíos

Colombia dentro de sus vecinos ha sido pionera en la implementación de instrumentos de mercado para la mitigación adaptación al cambio climático. Como parte de esto, en el año 2016, el país estableció el Impuesto al Carbono, una medida que grava el consumo de combustibles fósiles y permite a las empresas compensar su impacto ambiental mediante la compra de certificados de carbono.

Este impuesto ha generado incentivos para la inversión en proyectos sostenibles, tales como la reforestación, la conservación de ecosistemas estratégicos y la implementación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono. Además, ha promovido la creación de empleos de características ambientales y el desarrollo de capacidades locales en la medición y verificación de emisiones.

Colombia también ha avanzado en la creación de su propio mercado regulado de carbono, el cual busca alinear sus esfuerzos con las metas de reducción de emisiones establecidas en su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC).

La Hoja de Ruta del Mercado de Carbono en Colombia, publicada en 2021, establece los pasos para la implementación y desarrollo de un sistema de comercio de emisiones, el cual permite sectores clave como la industria energética y a del transporte reducir sus emisiones de manera efectiva en costos.

Desafíos del mercado de carbono en Colombia

A pesar de los avances logrados, el mercado de carbono en Colombia enfrenta varios desafíos. Uno de los principales es la falta de claridad regulatoria. Si bien se han dado pasos importantes, aún persisten vacíos normativos que dificultan la participación de algunos sectores. Es fundamental armonizar la regulación con los estándares internacionales y establecer mecanismos de certificación sólidos que refuercen la confianza en el sistema.

Además, muchos proyectos que generan certificados de carbono, como iniciativas de reforestación y energías renovables, encuentran dificultades para acceder a financiamiento inicial. Aunque existen fondos climáticos internacionales, los requisitos de elegibilidad suelen ser complejos y limitantes para pequeños desarrolladores de proyectos.

Por otro lado, aunque las empresas pueden utilizar bonos de carbono para compensar el impuesto al carbono, es necesario fortalecer la demanda dentro del mercado nacional para garantizar su estabilidad y crecimiento. 

Para ello, se requiere una mayor articulación entre el sector público y privado, así como la implementación de incentivos adicionales que promuevan la adquisición de créditos de carbono nacionales en lugar de internacionales.

Asimismo, la integración con otros mercados de carbono a nivel regional e internacional representa una oportunidad para ampliar la liquidez y la competitividad del mercado colombiano. No obstante, para aprovechar este potencial, es necesario adoptar estándares compatibles y generar confianza en la calidad de los créditos emitidos en el país.

Interés creciente a nivel regional

A nivel regional, América Latina ha mostrado un interés creciente en los mercados de carbono. Países como Brasil y Argentina han explorado la creación de mecanismos de comercio de emisiones, mientras que Perú ha fortalecido su participación en mercados voluntarios mediante proyectos de conservación forestal. Chile, por su parte, ha implementado su propio sistema de comercio de emisiones, posicionándose como líder en la región.

En ese orden de idas, encontramos que dentro de las principales oportunidades para la región se encuentran, una mayor integración regional, debido a que el mercado de carbono unificado en América Latina podría generar economías de escala y facilitar la comercialización de bonos de carbono entre países.

Además, estaría presente el aprovechamiento de la biodiversidad, como es conocimiento de todos América Latina posee enormes ecosistemas que pueden ser utilizados para proyectos de captura y reducción de carbono, como los créditos provenientes de la protección de la Amazonía.

A lo anterior debemos sumarle la importancia de las alianzas público-privadas, porque el fortalecimiento del mercado de carbono requiere la participación conjunta del sector privado, los gobiernos y organismos multilaterales para generar confianza y estabilidad en el sistema.

El desarrollo de los mercados de carbono en Colombia y América Latina representa una gran oportunidad para avanzar en la acción climática y la transición hacia una economía más sostenible, así como el cumplimiento de los tratados internacionales. 

Sin embargo, para que estos mercados sean efectivos, es fundamental fortalecer la regulación, aumentar la transparencia y fomentar la inversión en proyectos que generen reducciones de emisiones certificadas. Con el compromiso de los diferentes actores, el mercado de carbono puede convertirse en una herramienta clave para la mitigación del cambio climático en la región.

Juan Pablo Agudelo Silva - articulista Reporte ASG
* Juan Pablo Agudelo Silva es ingeniero químico colombiano, especialista en derecho minero-energético y magíster en ciudades inteligentes. Cuenta con formación en políticas públicas,  economía circular, energización rural y medio ambiente.
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/juanpabloasilva/

TE PUEDE INTERESAR
LO MÁS VISTO