La directora del FMI, Kristalina Georgieva, afirmó que Argentina podría ser candidata a recibir apoyo económico a través de este fondo relacionado con los riesgos climáticos y la sostenibilidad económica.
ACTUALIDAD ASG29/11/2023 Redacción Reporte ASG
Esta semana, Javier Milei, presidente electo de Argentina, se encuentra de gira por Estados Unidos, donde parte de su equipo de gobierno se reunió con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), para hablar sobre los lineamientos económicos del nuevo gobierno y los compromisos de deuda que mantiene el país con este organismo multilateral.
Sin embargo, antes de esta reunión, Kristalina Georgieva, directora del FIMI, ya había declarado a la prensa que el organismo no solo estaba “muy interesado” en seguir apoyando a Argentina, sino que también este país suramericano podría ser candidato en un futuro a recibir financiamiento por medio del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés, o FFRS).
Aunque Milei ha declarado públicamente que no está de acuerdo con la visión que existe sobre el cambio climático, entonces habría que esperar a ver cómo su gobierno maneja este ofrecimiento modesto que le podría dar el FMI, a través de este fondo que ayuda a países en temas como los riesgos relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad económica, el cual podría ascender a unos 1.300 millones de dólares.
Hasta ahora, solo existe el balance de la reunión que tuviera la subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, con los enviados de Milei, Nicolás Posse y Luis Caputo, ya designados como jefe de gabinete y ministro de Economía del nuevo gobierno que estará al frente de Argentina por los próximos cuatro años.
Como reseña una nota de Infobae, en esta reunión, que tuvo como objetivo retomar la relación financiera con el organismo multilateral, se mencionó que el país afrontará “complejos desafíos para conseguir urgentemente la estabilidad”.
Cabe destacar que Milei y Georgieva solo tuvieron un pequeño encuentro vía digital hace unos días, en el que el presidente electo señaló que habían conversado sobre las condiciones económicas y sociales en Argentina en este momento.
El Fondo Fiduciario de Resiliencia y Sostenibilidad (FFRS) del Fondo Monetario Internacional (FMI) es un mecanismo creado para ayudar a países de ingresos bajos o medios que enfrentan riesgos estructurales de largo plazo relacionados con el cambio climático, la preparación para pandemias y otros desafíos a la sostenibilidad económica.
Este fondo ofrece financiamiento a largo plazo con tasas de interés bajas y plazos de repago extensos, y su objetivo es apoyar reformas destinadas a enfrentar los efectos del cambio climático y fortalecer la preparación frente a pandemias.
Los países que deseen acceder a este financiamiento deben cumplir con ciertos criterios, incluyendo la implementación de un programa activo con el FMI, la presentación de niveles de deuda sostenibles y una adecuada capacidad de repago.
Los proyectos que pueden ser financiados por el FFRS incluyen reformas destinadas a enfrentar los efectos del cambio climático, la preparación frente a pandemias y la digitalización.
Argentina es el mayor deudor mundial del Fondo Monetario Internacional como consecuencia de un programa de refinanciamiento de deuda por 45.000 millones de dólares otorgado en 2018.
Esta alianza fortalecerá la cooperación en iniciativas de investigación y políticas públicas, así como promoverá el desarrollo sostenible en la región, enfocándose en el progreso económico, social y ambiental.
Esta iniciativa de Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Uruguay nace del entendimiento de que las micro, pequeñas y medianas empresas tienen un papel esencial en la promoción del desarrollo sostenible.
DEG es la primera institución financiera de desarrollo en unirse a esta red, además de los patrocinadores fundadores, BID y IFC, lo que representa un paso importante en el objetivo de fortalecer este programa.
Los bancos multilaterales de desarrollo estimaron en esta conferencia que su financiamiento climático colectivo anual destinado a los países de ingreso bajo y mediano alcanzará los US$120.000 millones para el año 2030.
BID Invest además presentó en el evento su Reporte anual sobre asignación e impacto de bonos sostenibles, donde se revela que ha destinado US$3.700 millones en este tipo de instrumentos para impulsar el impacto verde y social.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
CAF anunció que 35% de sus operaciones de financiamiento serán verdes al cierre de 2024. Además presentó sus iniciativas de adaptación al cambio climático que reducen riesgos y aumentan la resiliencia.
Este acuerdo impulsa una estrategia conjunta basada en intercambio de información, conocimientos y experiencias. Además se divulgarán buenas prácticas y ejecutar propuestas de financiamiento sostenible.
En una declaración formal se propone que los países ricos contribuyan con esta cifra a las finanzas climáticas de los países en desarrollo. Esto generó descontento en varios países que consideran insuficiente este monto.