Esta exitosa emisión manejada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) incluyó la colocación de dos nuevas referencias con plazos de 2 y 4 años, así como la reapertura de un bono a 6 años.
FINANZAS ASG21/08/2024 Redacción Reporte ASG
Como parte de la Estrategia de Financiamiento Sostenible, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) llevó a cabo la octava colocación de bonos BONDESG ligados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en línea con los objetivos establecidos en el Plan Anual de Financiamiento para el ejercicio fiscal 2024.
Esta nueva emisión del gobierno mexicano, como indica el comunicado oficial de prensa, incluyó la colocación de dos nuevas referencias con plazos de 2 y 4 años, así como la reapertura de un bono a 6 años.
Con esta transacción, el mercado de BONDESG alcanza un monto en circulación de 121.390 millones de pesos mexicanos (equivalentes a unos 6.228 millones de dólares).
La colocación consistió en un monto total de 23.000 millones de pesos mexicanos (unos 1.180 millones de dólares), repartidos en 11.670 millones de pesos mexicanos para el bono a plazo de 2 años, un monto de 6.050 millones de pesos mexicanos para el plazo de 4 años, y un monto de 5.280 millones de pesos mexicanos para la reapertura del plazo de 6 años.
En esta oportunidad, las tres colocaciones tuvieron una sobretasa de 0,1125%, 0,1945% y 0,2174%, respectivamente.
Asimismo, se calcula que participaron 22 inversionistas nacionales, con una demanda total de 56.781 millones de pesos mexicanos, equivalente a 3.14 veces el monto colocado.
Esta emisión es parte del pilar de Movilización de Financiamiento Sostenible, que forma parte de la Estrategia de Financiamiento Sostenible de la Secretaría de Hacienda.
Esta estrategia busca consolidar referencias clave para la emisión de instrumentos financieros temáticos, tanto para emisores públicos como privados, contribuyendo así a la expansión de mercados sostenibles en México.
Con esta emisión, México reafirma su compromiso de seguir fortaleciendo el mercado local, promoviendo la emisión de instrumentos financieros que integran criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (ASG), lo que permite una mayor movilización de recursos hacia proyectos sostenibles que contribuyen al bienestar del país.
La operación se realizó en conformidad con la Ley Federal de Deuda Pública y respetando los límites de endeudamiento aprobados por el H. Congreso de la Unión para el ejercicio fiscal 2024.
Asimismo, esta emisión se integra en el Programa Anual de Financiamiento, impulsando el desarrollo económico y sostenible de este país.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
En este evento se destacó la promoción de prácticas financieras sostenibles en Bolivia que incorporen elementos ambientales, sociales y de buen gobierno, tanto en el sector empresarial como en el sector público.
Este proceso participativo, que estará abierto hasta el 10 de noviembre, recabará comentarios, sugerencias y recomendaciones sobre la propuesta de Taxonomía Verde, con el fin de fortalecer esta herramienta.
Los bancos multilaterales de desarrollo estimaron en esta conferencia que su financiamiento climático colectivo anual destinado a los países de ingreso bajo y mediano alcanzará los US$120.000 millones para el año 2030.
BID Invest además presentó en el evento su Reporte anual sobre asignación e impacto de bonos sostenibles, donde se revela que ha destinado US$3.700 millones en este tipo de instrumentos para impulsar el impacto verde y social.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
CAF anunció que 35% de sus operaciones de financiamiento serán verdes al cierre de 2024. Además presentó sus iniciativas de adaptación al cambio climático que reducen riesgos y aumentan la resiliencia.
Este acuerdo impulsa una estrategia conjunta basada en intercambio de información, conocimientos y experiencias. Además se divulgarán buenas prácticas y ejecutar propuestas de financiamiento sostenible.
En una declaración formal se propone que los países ricos contribuyan con esta cifra a las finanzas climáticas de los países en desarrollo. Esto generó descontento en varios países que consideran insuficiente este monto.