Esta financiación otorgada a la empresa Buquebus permite concretar no solo la primera “operación azul” en Uruguay, sino también la primera concretada en el sector del transporte marítimo y eléctrico a nivel mundial.
ACTUALIDAD ASG31/07/2024 Redacción Reporte ASG
Gracias a un préstamo del Banco Santander Uruguay y una garantía parcial de crédito por parte de la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial (GBM), la empresa Buquebus (Los Cipreses S.A.) anunció la financiación del ferry eléctrico (e-ferry) China Zorrilla, el más grande del mundo, que unirá a Buenos Aires, Argentina y Colonia del Sacramento, Uruguay.
Esta financiación permite a Banco Santander e IFC concretar la primera “operación azul” en Uruguay y la primera en el sector del transporte marítimo y eléctrico a nivel mundial. Al respecto, Banco Santander Uruguay otorgó un por US$107 millones para este proyecto, mientras que IFC dio una garantía parcial de crédito de US$67 millones.
“Este proyecto es una innovación notable que traerá el ferry eléctrico más grande del mundo para conectar Argentina y Uruguay, marcando el primer ferry eléctrico en economías emergentes, y servirá de inspiración para otras empresas en esta y otras regiones," indicó Alfonso García Mora, vicepresidente para Europa, América Latina y el Caribe en IFC, según reseña el comunicado de prensa oficial.
García Mora también señaló que invertir en transporte eléctrico es esencial para reducir millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) cada año, sobre todo en un sector que representa alrededor de 25% de estas emisiones a nivel global.
La denominación de préstamo azul -un subconjunto de la financiación verde- es un concepto utilizado por IFC para referirse a inversiones en la gestión del agua, la reducción de la contaminación plástica, la restauración de ecosistemas marinos, el transporte marítimo sostenible, el turismo ecológico y la energía renovable marina.
Al apoyar la descarbonización de la mayor operación de ferry de pasajeros entre Argentina y Uruguay que traerá consigo una reducción equivalente a 37.545 toneladas de dióxido de carbono (tCO2e) por año, esta inversión es una continuación del enfoque programático y coordinado del Grupo Banco Mundial para hacer más sostenible el sector del transporte en América Latina y el Caribe.
Esta financiación se suma a la relación de más de una década que tiene Banco Santander Uruguay con la empresa Buquebus para apoyar sus objetivos de sustentabilidad, un camino que la empresa de transporte marítimo ha tomado con responsabilidad para enfrentar los desafíos ambientales desde una mirada integral.
Dicho compromiso con la sustentabilidad se inició con la construcción del buque Francisco hace más de diez años, también financiado por Santander, el cual opera a base de Gas Natural Licuado (GNL), un combustible más limpio que las alternativas a diesel y combustóleo.
“No nos permitimos quedarnos en el decir, sino que nos enfocamos en el hacer, ya que asumimos compromisos públicos para convertirnos en un jugador preponderante en el financiamiento sostenible. Todas nuestras herramientas de financiación están a disposición de las personas y empresas que estén decididas a ir por la senda del progreso, decididas a generar inversión, negocio e impulsar la transición verde”, refirió Gustavo Trelles, country head de Santander Uruguay.
Trelles señaló que el compromiso del banco con la sostenibilidad es firme y contundente, así como destacó que el vínculo con Buquebus, relación que ya supera los diez años y que está marcada por la exploración constante para hacer crecer el negocio, es uno de los compromisos más grandes que tienen y en esta línea seguirán llevando adelante su actividad.
Por su parte, Juan Carlos López Mena, presidente de Buquebus, expresó que esta empresa cree que el futuro sólo es posible si es sostenible y eficiente. Por eso, consideran que la reducción del consumo energético, la incorporación de innovación y el fortalecimiento de la acción social son parte de su estrategia empresarial.
“Nuestro principal objetivo ambiental es reducir emisiones de gases de efecto invernadero mediante tecnologías de última generación. Nos enfocamos en la mejora continua, generando eficiencias energéticas y asegurando la equidad social en todo lo que hacemos. Estamos orgullosos y agradecidos de nuestra alianza a largo plazo con el Banco Santander y ahora con la Corporación Financiera Internacional (IFC) logrando el objetivo de Cero Emisiones contaminantes con este novedoso buque”, afirmó.
Con la introducción del China Zorrilla, Buquebus se posiciona de nuevo a la vanguardia tecnológica y medioambiental. Además, Buquebus invertirá otros US$14 millones en dos estaciones de carga e infraestructura de transmisión para proporcionar electricidad al e-ferry que tendrá capacidad para 2.100 pasajeros y 225 vehículos.
La construcción del e-ferry ha sido encomendada a Incat Tasmania Pty Ltd. (Incat), un astillero australiano con 30 años de experiencia en catamaranes ligeros de alta velocidad. Incat utiliza energía renovable en todos sus procesos de construcción, ya que está ubicado en Tasmania, una isla que ha mantenido emisiones netas cero desde 2013. Se espera que el e-ferry esté operativo en octubre de 2025.
La introducción del ferry eléctrico también está alineada con la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de Uruguay en virtud del Acuerdo de París, donde la movilidad eléctrica y su infraestructura constituyen un componente central de las estrategias de mitigación del país.
Asimismo, la inversión propuesta también está alineada con la NDC de Argentina, que identificó la renovación de su flota fluvial con energía alternativa como una medida de mitigación clave en el sector del transporte.
Esta alianza fortalecerá la cooperación en iniciativas de investigación y políticas públicas, así como promoverá el desarrollo sostenible en la región, enfocándose en el progreso económico, social y ambiental.
Esta iniciativa de Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Uruguay nace del entendimiento de que las micro, pequeñas y medianas empresas tienen un papel esencial en la promoción del desarrollo sostenible.
DEG es la primera institución financiera de desarrollo en unirse a esta red, además de los patrocinadores fundadores, BID y IFC, lo que representa un paso importante en el objetivo de fortalecer este programa.
Los bancos multilaterales de desarrollo estimaron en esta conferencia que su financiamiento climático colectivo anual destinado a los países de ingreso bajo y mediano alcanzará los US$120.000 millones para el año 2030.
BID Invest además presentó en el evento su Reporte anual sobre asignación e impacto de bonos sostenibles, donde se revela que ha destinado US$3.700 millones en este tipo de instrumentos para impulsar el impacto verde y social.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
CAF anunció que 35% de sus operaciones de financiamiento serán verdes al cierre de 2024. Además presentó sus iniciativas de adaptación al cambio climático que reducen riesgos y aumentan la resiliencia.
Este acuerdo impulsa una estrategia conjunta basada en intercambio de información, conocimientos y experiencias. Además se divulgarán buenas prácticas y ejecutar propuestas de financiamiento sostenible.
En una declaración formal se propone que los países ricos contribuyan con esta cifra a las finanzas climáticas de los países en desarrollo. Esto generó descontento en varios países que consideran insuficiente este monto.