Brasil quiere ampliar el acceso a los cuatro fondos para el clima: el Fondo Verde para el Clima, el Fondo de Inversión en el Clima, el Fondo de Adaptación y el Fondo Global para el Medio Ambiente.
ACTUALIDAD ASG28/12/2023 Redacción Reporte ASG
El lanzamiento de la Iniciativa Global por la Bioeconomía es una de las innovaciones de la presidencia brasileña del G20 y se articula en torno a debates que unen ciencia, tecnología e innovación, y el uso de los recursos de la biodiversidad para promover el desarrollo sostenible.
Esta iniciativa, que forma parte del Canal de Sherpas bajo la coordinación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, se centra en el desarrollo de un concepto de bioeconomía como elemento fundamental para la inclusión social y la generación de empleos dignos y sostenibles, tal y como indica la nota de prensa oficial.
“Además de una dinámica diferente para los grupos de trabajo y las fuerzas de tarea del G20, Brasil lanza una iniciativa en pro de la bioeconomía. Es importante que esta cuestión se trate en el G20 desde la presidencia de un país en desarrollo", declaró André Corrêa do Lago, secretario de Clima, Energía y Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
En opinión de Corrêa do Lago, que el país presida seguidamente el G20 en 2024, el BRICS+ y la COP 30 en 2025 es una oportunidad para mostrar la capacidad y la coherencia para utilizar estos espacios con el fin de acentuar la agenda sobre la emergencia climática, garantizando "una visión brasileña" y las prioridades del Sur Global en la pauta.
“El G20 es el espacio adecuado para enmarcar el debate sobre la bioeconomía, conectando conceptos que no están bien hilvanados y que son válidos para los próximos años, vinculando tecnología, energía y otros puntos como la necesidad de llevar los recursos allí donde más se necesitan, en contextos donde el modelo financiero actual no puede llegar”, añadió Ivan Oliveira, subsecretario de Financiamiento para el Desarrollo Sostenible del Ministerio de Hacienda de Brasil.
Oliveira destacó que, para la Presidencia del G20, Brasil tiene varias prioridades importantes como revisar el acceso de los países en desarrollo a los cuatro principales fondos para el clima: el Fondo Verde para el Clima (Green Climate Fund), el Fondo de Inversión en el Clima (Climate Investment Funds), el Fondo de Adaptación (Adaptation Fund) y el Fondo Global para el Medio Ambiente (Global Environment Facility).
Asimismo, se busca formular principios de alto nivel y criterios para elaborar planes sectoriales para una transición energética justa; elaborar un informe en el que se evalúen los costos de divulgación de los datos para las microempresas y pequeñas empresas verdes; e identificar instrumentos para fortalecer las capacidades de los países en desarrollo para diseñar proyectos y obtener financiamiento.
“El esfuerzo realizado para conectar el Canal de Finanzas con el Canal de Sherpas y crear los grupos de fuerza de tarea es muy interesante, ya que permite llevar al más alto nivel dos cuestiones críticas: la pobreza y la emergencia climática. Tenemos la oportunidad de conectar entregas específicas, más técnicas y útiles, con la búsqueda de soluciones, dando un empujón para que las cosas sucedan", explicó Oliveira.
Las prioridades de la presidencia brasileña en el G20 para la agenda de sostenibilidad se debatieron en un panel organizado por la Apex Brasil (Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones) en la COP 28, con la mediación de Izabella Teixeira, Consejera Emérita del CEBRI y Co-Chair del Panel Internacional sobre Recursos Naturales de ONU Medio Ambiente. En la actividad también se debatieron temas como la sostenibilidad medioambiental, el desarrollo económico y social.
Este importante compromiso institucional llega en un momento en el que las estadísticas de la población de América Latina y el Caribe está envejeciendo a un ritmo mayor que el de cualquier otra región del mundo.
La asociación estratégica entre ambas instituciones arranca con dos iniciativas principales como lo son los proyectos de descarbonizar la matriz energética de Perú y de mejorar el transporte público en Brasil.
Este es el primer pago del acuerdo de pago por reducciones de emisiones (ERPA) celebrado entre Chile y el FCPF, que proporciona acceso de hasta US$26 millones por reducir 5,2 millones de toneladas de emisiones.
La emisión de este instrumento constituye la transacción más relevante realizada por este banco en los mercados de capital y consolida su posición como un emisor recurrente en el mercado global benchmark.
Con este préstamo se busca impulsar el financiamiento de microempresas, especialmente las lideradas por mujeres, y respaldar diferentes proyectos relacionados con la agricultura sostenible en este país.
Los recursos se destinarán al crecimiento de la cartera de microempresas, para fomentar la inclusión financiera, reducir la desigualdad de género y promover el desarrollo económico sostenible.
El Ministerio de Hacienda chileno señaló que este proyecto, que está en consulta pública, identificará y homologará las actividades económicas que se llevan a cabo de manera medioambientalmente sostenible.
Este crédito proviene de las instituciones financieras europeas FMO y Norfund, que son líderes en el desarrollo sostenible y que contribuyen al bienestar de las comunidades y al progreso de los países en desarrollo.
Este importante compromiso institucional llega en un momento en el que las estadísticas de la población de América Latina y el Caribe está envejeciendo a un ritmo mayor que el de cualquier otra región del mundo.