Este instrumento busca integrar una clasificación de actividades económicas y activos que contribuyan al logro de los objetivos y compromisos ambientales y a la identificación de inversiones sostenibles en el país.
FINANZAS ASG28/07/2023 Redacción Reporte ASG
En los últimos meses, las autoridades de Panamá vienen desarrollando la taxonomía de finanzas sostenibles que le permite proporcionar al mercado de valores de este país criterios estandarizados, basados en ciencia, y armonizados internacionalmente sobre cuándo las inversiones y las actividades económicas pueden ser consideradas ambientalmente sostenibles.
Asimismo, este proyecto de taxonomía de finanzas sostenibles tiene como objetivo orientar la inversión privada hacia las actividades económicas necesarias para alcanzar la carbono neutralidad en todo el territorio panameño.
Por esta razón, el Ministerio de Ambiente, el Grupo de Trabajo de Finanzas Sostenibles, la Superintendencia del Mercado de Valores de Panamá (SMV), la Superintendencia de Bancos y la Superintendencia de Seguros y Reaseguros, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) vienen trabajando en el desarrollo de la Taxonomía de Finanzas Sostenibles de Panamá que permita alcanzar estos objetivos, según refiere la nota de prensa oficial publicada en la web de la SMV.
Representantes de todos estos organismos se organizaron en mesas de discusión técnica para revisar y lograr la integración de la Taxonomía de Finanzas Sostenibles de Panamá, a fin de integrar criterios de sostenibilidad de diversas actividades económicas que permitirán alinear los flujos de capital a los objetivos de cambio climático del Acuerdo de París.
Este trabajo convocó a expertos de diferentes sectores, tales como energía, transporte, agua, residuos, manufactura, construcción, forestal, tecnología de la información y comunicación, agricultura, ganadería y seguros, así como a los Reguladores, gremios e instituciones financieras.
La Taxonomía de Finanzas Sostenibles de Panamá busca integrar una clasificación de actividades económicas y activos que contribuyen al logro de los objetivos y compromisos ambientales del país, a la vez que apoyará a los inversionistas, instituciones financieras, entidades públicas, y otros actores en la identificación de inversiones sostenibles.
Además de alinear los flujos financieros a las metas de medio ambiente y cambio climático de Panamá, este instrumento permitirá desarrollar mercados de capitales verdes, prevenir las declaraciones engañosas o carentes de fundamentos (“greenwashing”) e impulsar la movilización efectiva de recursos privados y públicos hacia inversiones sostenibles.
Además de alinear los flujos financieros a las metas de medio ambiente y cambio climático de Panamá, este instrumento permitirá desarrollar mercados de capitales verdes
En el desarrollo de esta iniciativa se creó el Comité de Supervisión de Taxonomía conformado por representantes del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la Superintendencia de Bancos, Superintendencia de Mercados de Valores y la Superintendencia de Seguros y Reaseguros.
Este comité tiene como función coordinar el diseño, el desarrollo técnico, aprobación e implementación de la Taxonomía de Finanzas Sostenibles de Panamá en las instituciones financieras de Panamá.
La elaboración de la taxonomía de finanzas sostenibles forma parte del proyecto “Alineando los flujos financieros del sector financiero de Panamá con los objetivos de cambio climático del Acuerdo de París”, financiado por el Fondo Verde del Clima y la Unión Europea, a través del Programa EUROCLIMA.
Este proyecto, presentado el pasado mes de marzo, incluye la creación de esta taxonomía como un instrumento para clasificar inversiones y actividades económicas que contribuyan al logro de los objetivos de cambio climático del país.
La inversión privada es clave para el logro de los objetivos de cambio climático de Panamá. Por lo tanto, se espera que la aplicación de la taxonomía de finanzas sostenibles orientará al capital privado presente en este país hacia las actividades económicas necesarias para alcanzar una economía baja en emisiones y resiliente al clima.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
En este evento se destacó la promoción de prácticas financieras sostenibles en Bolivia que incorporen elementos ambientales, sociales y de buen gobierno, tanto en el sector empresarial como en el sector público.
Este proceso participativo, que estará abierto hasta el 10 de noviembre, recabará comentarios, sugerencias y recomendaciones sobre la propuesta de Taxonomía Verde, con el fin de fortalecer esta herramienta.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de la ONU sobre el Cambio Climático, pidió que se acordara un nuevo objetivo para la financiación para la lucha contra el cambio climático y se activen los mercados internacionales del carbono.
Las nuevas normas aprobadas conciernen a los países que buscan compensar sus emisiones comprando créditos a naciones que han reducido los gases de efecto invernadero más allá de lo que habían prometido.
Los bancos multilaterales de desarrollo estimaron en esta conferencia que su financiamiento climático colectivo anual destinado a los países de ingreso bajo y mediano alcanzará los US$120.000 millones para el año 2030.
BID Invest además presentó en el evento su Reporte anual sobre asignación e impacto de bonos sostenibles, donde se revela que ha destinado US$3.700 millones en este tipo de instrumentos para impulsar el impacto verde y social.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
CAF anunció que 35% de sus operaciones de financiamiento serán verdes al cierre de 2024. Además presentó sus iniciativas de adaptación al cambio climático que reducen riesgos y aumentan la resiliencia.