Este nuevo mecanismo apoyaría los esfuerzos de Paraguay para aumentar la resiliencia de las inversiones públicas y lograr una mayor movilización de recursos financieros para combatir el cambio climático.
ACTUALIDAD ASG07/11/2023 Redacción Reporte ASG
Paraguay logró un acuerdo a nivel técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la segunda revisión del Instrumento de Coordinación de Políticas (PCI, por sus siglas en inglés) y formuló una solicitud de acceso a recursos en el marco del programa de Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS) que maneja este organismo internacional.
Este nuevo mecanismo, como indica la nota de prensa oficial, apoyaría los esfuerzos de Paraguay en su objetivo de lograr un desarrollo sostenible a través del aumento de la resiliencia de las inversiones públicas y la movilización de recursos financieros para apoyar los esfuerzos de adaptación y mitigación frente al cambio climático.
Asimismo, facilitará la contención de los riesgos climáticos para el sector financiero, la preservación y expansión de la matriz de electricidad limpia de este país y la conservación de sus bosques.
Este acuerdo es resultado de la serie de reuniones que desde el 25 de octubre hasta el 3 de noviembre de 2023 llevaron a cabo las autoridades paraguayas y una misión del Fondo, como parte de la segunda revisión del PCI, sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI.
Durante estas reuniones, las autoridades paraguayas presentaron la solicitud del Gobierno de acceder a recursos financieros bajo el Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad por un monto del 150 por ciento de la cuota (Derechos Especiales de Giro o DEG 302,1 millones).
Además, se discutieron las políticas necesarias para completar la segunda revisión del PCI, logrando un acuerdo a nivel del personal técnico, para su puesta en consideración en el Directorio Ejecutivo del FMI en las próximas semanas.
Sobre este punto, las autoridades paraguayas están trabajando en una versión actualizada de la Evaluación Nacional de Riesgos (ENR), así como en el avance del diseño y presentación de un proyecto de ley destinado a la formalización de trabajadores dependientes de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) y trabajadores independientes.
El Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS) del Fondo Monetario Internacional ofrece financiamiento asequible a largo plazo a países que lleven a cabo reformas para reducir los riesgos para la estabilidad futura de la balanza de pagos, incluidos los relacionados con el cambio climático y la preparación para pandemias.
Al respecto, este financiamiento se da a largo plazo para reforzar la resiliencia y sostenibilidad económicas, mediante el apoyo de reformas de políticas que reducen los riesgos críticos en el ámbito macroeconómico asociados con el cambio climático y la preparación para pandemias.
También se toma en consideración el aumento del margen de maniobra para la aplicación de políticas y de las reservas financieras para mitigar los riesgos derivados de estos desafíos estructurales a largo plazo.
Las medidas de reforma que implementará el gobierno de Paraguay con el apoyo del FMI se coordinarán estrechamente con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la CAF–Banco de Desarrollo de América Latina y otros organismos internacionales.
Este mecanismo proporciona recursos con vencimientos más largos y términos asequibles, al tiempo que ayuda a catalizar financiamiento climático crítico de otros socios oficiales y privados.
Esta alianza fortalecerá la cooperación en iniciativas de investigación y políticas públicas, así como promoverá el desarrollo sostenible en la región, enfocándose en el progreso económico, social y ambiental.
Esta iniciativa de Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Uruguay nace del entendimiento de que las micro, pequeñas y medianas empresas tienen un papel esencial en la promoción del desarrollo sostenible.
DEG es la primera institución financiera de desarrollo en unirse a esta red, además de los patrocinadores fundadores, BID y IFC, lo que representa un paso importante en el objetivo de fortalecer este programa.
Los bancos multilaterales de desarrollo estimaron en esta conferencia que su financiamiento climático colectivo anual destinado a los países de ingreso bajo y mediano alcanzará los US$120.000 millones para el año 2030.
BID Invest además presentó en el evento su Reporte anual sobre asignación e impacto de bonos sostenibles, donde se revela que ha destinado US$3.700 millones en este tipo de instrumentos para impulsar el impacto verde y social.
Este instrumento financiero, valorado en RD$500 millones, está diseñado para financiar proyectos de impacto social, iniciativas verdes o la combinación de ambas en este país. Este bono tiene un plazo de cinco años.
CAF anunció que 35% de sus operaciones de financiamiento serán verdes al cierre de 2024. Además presentó sus iniciativas de adaptación al cambio climático que reducen riesgos y aumentan la resiliencia.
Este acuerdo impulsa una estrategia conjunta basada en intercambio de información, conocimientos y experiencias. Además se divulgarán buenas prácticas y ejecutar propuestas de financiamiento sostenible.
En una declaración formal se propone que los países ricos contribuyan con esta cifra a las finanzas climáticas de los países en desarrollo. Esto generó descontento en varios países que consideran insuficiente este monto.